Un día en clase estuvimos viendo y analizando las 12 reglas de Korolenko, una serie de reglas básicas a tener en cuenta cuando elaboramos cualquier producción multimedia digital. Sin duda, a la hora de elaborar mi web ficticia, tuve en cuenta todas estas reglas, intentando cumplir los principios que transmitían cada una de ellas:

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1. No convertir el producto en un libro. Esto es importante, pues una web debe ser un recurso interactivo, y no estático como un libro. Debe ofrecer mucho más que simple información, pues debemos tener en cuenta que es un espacio común para toda la comunidad educativa, la cual también incluye a los alumnos. Por tanto, debemos crear una web atractiva, que suscite interés y ganas de investigar. En mi caso, elaboré mi web teniendo en cuenta todo esto, añadiendo un toque estético motivador y atractivo para los niños y haciendo que esta web fuese un entorno digital dinámico e interactivo.

2. Incluir el mínimo texto posible. Creo que para cualquier persona, leer mucho texto en una web puede resultar agotador. Muchas veces dejamos de centrarnos en lo que estamos leyendo y perdemos la atención. Para evitar esto, he intentado realizar una web bastante esquemática, incluyendo numerosas imágenes, botones, conceptos clave, vídeos... 

3. Reducir el texto eliminando la mitad de las palabras sin cambiar el significado. Para reducir la cantidad de contenido que quería añadir, jugaba con la esquematización. De esta manera, conservaba lo que quería decir pero en menos palabras.

4. Usar frases cortas y directas para comunicar de forma clara y concisa. Es decir, "ir al grano". Es mejor poner lo esencial para no perder la atención del espectador en información irrelevante.

5. Usar frases cortas y directas para comentarios hablados y enunciados concisos
   directamente dirigidos a los usuarios. Como he dicho antes, si queremos informar sobre algo a alguien desde nuestra web, debemos ser claros y concretos.

6. Mostrar en lugar de decir. A lo largo de mi web y de los documentos que hay en ella, he aplicado la idea de "una imagen vale más que mil palabras", entendiendo como imagen todo aquello que sea gráfico y visual. 

7. Usar formatos de pantallas coherentes y mantenerlo a lo largo de la aplicación
   para dar idea de unidad y consistencia. Por ejemplo, mi web educativa cuenta con una misma tipología de letra en todos sus apartados. Además, he cuidado que los colores conjuntasen con el resto de recursos añadidos, sin que nada rompiese la "armonía visual". En resumen, he establecido unas pautas estéticas y las he ido aplicando durante toda la web, dando así esa visión de unidad.

8. Cuando se pide, deben responder preguntas, rellenar formularios… Si revisas mi web, encontrarás algún que otro apartado en el que se puede contactar conmigo añadiendo tus datos y el mensaje que me quieras enviar. Por ejemplo, hay un apartado en el que se le pide al visitante enviar propuestas de mejora de cara a elaborar una web de mayor calidad.

9. Dar información sobre su forma de proceder como retroalimentación. He creado una web en la que se informa sobre multitud de contenidos, se juega con la estética visual y se pide al espectador una opinión sobre lo ofrecido. En este caso, el docente es quien debe dar información como retroalimentación después de que los alumnos hayan utilizado la web y los recursos que esta contiene. 

10. Dejar claro qué se espera del usuario. En todo momento, la web está orientada a que el espectador sienta interés por investigar en cada uno de sus rincones. Por tanto, de manera implícita pero muy indiscreta, la web demanda la atención y la entrega del visitante.

11. Crear un sistema de ayuda desde cualquier parte. Como bien he mencionado antes, mi web presenta un apartado de contacto a través del cual el usuario puede comunicarse conmigo, haciéndome saber lo que necesita. Es importante que toda la comunidad educativa esté en constante conexión, con el fin de satisfacer todas las necesidades; una buena comunicación es fundamental para ello.

12. Asegurarse de que con el contenido se cumplen los objetivos del programa. Para asegurarme de que se cumplían los objetivos de la web, he respetado aquellos apartados y contenidos esenciales que tenía la web del centro asignado, con el fin de guardar y ofrecer lo más importante sin perder los objetivos informativos de la misma.